“Una
verdadera pintura del más pequeño hombre es capaz de interesar al hombre más
grande”
Thomas Carlyle
EL TEATRO
El término teatro procede del griego theatrón, que puede
traducirse como el espacio o el sitio para la contemplación.
El teatro forma parte del grupo de las artes escénicas. Su
desarrollo está vinculado con actores que representan una historia ante una
audiencia. Este arte, por lo tanto, combina diversos elementos, como la
gestualidad, el discurso, la música, los sonidos y la escenografía.
Por otra parte, el concepto de teatro se utiliza para
nombrar al género de la literatura que abarca aquellos textos pensados para su
representación en escena, y también al edificio donde se representan las piezas
teatrales.
Por ejemplo: “Un autor argentino recibió un importante
premio por una obra teatral en Eslovenia”, “Te propongo que mañana vayamos al
teatro”, “Mi sueño es ser actor de teatro y vivir de mi arte”.
La práctica teatral está formada por un todo que no puede
dividirse. Es posible, sin embargo, distinguir tres elementos básicos, como el
texto (aquello que dicen los actores), la dirección (las órdenes que dicta el
responsable de la puesta en escena) y la actuación (el proceso que lleva a un
actor a asumir la representación de un personaje). A estos componentes se
pueden sumar otros elementos muy importantes, como el vestuario, el decorado o
el maquillaje.
Cabe destacar que quienes escriben obras de teatro son
conocidos como dramaturgos, aunque la definición específica del término hace
referencia al escritor de dramas o de teatro dramático.
Breve historia del teatro
Los orígenes históricos del teatro están asociados a la
evolución de los rituales relacionados con la caza y con la recolección de
frutos y alimentos propios de la agricultura, que desembocaron en ceremonias
dramáticas a través de las cuales se rendía culto a las divinidades. Estos
rituales también sentaban y reflejaban los preceptos espirituales del grupo
social.
De todas formas, fue recién en la Grecia Clásica, cuando
esta idea religiosa fue llevada a la perfección. Se crearon entonces las
representaciones teatrales, donde la coreografía, la música, la recitación y el
texto formaban un equilibrio inigualable. Entre los fundadores del teatro tal
cual hoy lo concebimos se encontraron los creadores de las tragedias, tales
como Esquilo, Sófocles y Eurípides, y de la comedia, género del que siempre ha
resaltado Aristófanes. En dicha época tanto comedia como tragedia permitía
expresar ideas políticas, sociales y religiosas, necesarias para entender el
tiempo en el que se vivía.
En el Antiguo Egipto (a mediados del segundo milenio antes
de Cristo), por ejemplo, solían representarse dramas con la muerte y la
resurrección en Osiris. Ya por entonces se utilizaban disfraces y máscaras en
las dramatizaciones.
A partir del Siglo XVI el teatro comenzó a alcanzar una gran
popularidad en todo el mundo, surgiendo carros ambulantes que ofrecían
espectáculos teatrales y anfiteatros creados con el mismo fin. En este período
surgió el teatro nacional, que intentaba mostrar valores y elementos populares
realzando la importancia de lo relativo a la patria. El español ocupa un lugar
importante en este tipo de teatro y en él destacan las figuras de Lope de Vega,
Tirso de Molina y Calderón de la Barca. También en Inglaterra y Francia el
teatro popular cobra gran importancia donde destacaron las obras de Shakespeare
y de Corneille, Racine y Molière, respectivamente.
De este modo, el teatro es una de las disciplinas artísticas
que puede identificarse con el tiempo en el que vive. Las obras teatrales
responden al período en el que fueron creadas y permiten conocer a fondo los
aspectos sociales, culturales y políticos que rodeaban la vida de su autor.
Algunos nombres imprescindibles en el teatro
Teatro Entre los autores que más han aportado al teatro se
encuentra William Shakespeare. Nació el 25 de abril de 1564 en el Reino Unido y
se dedicó a escribir obras de teatro y poesía, además era actor. Su vida ha
sido puesta en entredicho en más de una ocasión, sobre todo su sexualidad, sus
ideas religiosas e incluso la autoría de sus obras. De todas formas, no existen
pruebas que permitan saber si dicho rumor es verdadero, así que de momento es
Shakespeare uno de los autores teatrales de mayor prestigio. Entre sus obras
destacan “Hamlet”, “Romeo y Julieta” y “Otelo”.
Lope de Vega es conocido como uno de los autores de teatro
español más importantes de la península. Se cree que compuso más de 1.400
comedias y unas tantas tragedias. Sus obras se caracterizan por una
originalidad poco común en su tiempo (rechazó el modelo clásico impuesto por
los griegos), ofreciendo un teatro con carácter puramente nacional.
Además rompió con los esquemas aristotélicos que dividían al
teatro en comedia y tragedia y en sus obras fusionó ambos estilos consiguiendo
un estilo absolutamente nuevo y único. En sus obras se resalta el honor del
pueblo, de los viejos y los campesinos, por mencionar algunas: “El mejor
alcalde”, “Fuenteovejuna”, “El villano en su rincón”, “La estrella de Sevilla”
y “El Caballero de Olmedo”.
Entre los autores teatrales franceses destacan Jean Racine y
Molière.
Jean Racine nació en 1639 y se hizo famoso rápidamente con
su tragedia “Andrómaca”. Posteriormente escribió “Británico”,”Mitrídates” y
“Fedra”, entre otras. Se dice que con Racine la tragedia con un estilo clásico
alcanzó su mayor esplendor, muchos críticos lo mencionan como el autor teatral
por excelencia. Sus obras se caracterizan por presentar una acción clara y
sencilla donde los acontecimientos son consecuencia inevitable de las pasiones
de los personajes.
Molière, por su parte, nació en 1622 en Francia y fue un
hombre entregado al teatro con toda el alma. Recorrió el país junto a una
compañía teatral realizando labores de autor, actor y director durante más de
15 años. Se caracterizó por ser un hombre con capacidades innatas para el
teatro, con una imaginación y una fuente inagotable de ocurrencias, que le
permitieron gozar de gran popularidad, manteniendo a su público siempre alerta,
pendiente de nuevas buenas representaciones teatrales, donde se les aseguraba
la risa y el goce detrás de personajes irónicos pero sin escaparse del todo del
realismo. Entre susobras más famosas se encuentran “El misántropo”,”Don Juan” y
“El enfermo imaginario”. Cuando se lo nombra, se habla del universo de Molière,
sumamente rico y realista, mejor que el que cualquier autor haya podido crear
jamás.
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